Cuando en cualquier
rincón del país suena un joropo, a usted y a mí nos arropa el corazón el mismo
sentimiento de identidad colombiana. Son tan vívidas las emociones que suscitan
el trinar del arpa y el cuatro
desbocados a galope de maracas, que uno siente que cabalga por el llano; que
navega ríos y caños; que se mira en esteros y lagunas como en espejos de agua;
que alucina atardeceres repletos de imágenes que parecen emerger de esa música
encantada. Es imposible sustraerse a la seducción del joropo, a sus letras y
tonadas, que también reflejan nuestra identidad común. El llanero es rudo e
indómito, pero a la vez tierno y sensible. Le canta a la amistad, al amor, a la
naturaleza y se expresa con una poesía limpia, profunda y sin adornos que le
sobren, como brotada de la propia tierra.
HUMBERTO CAHUEÑO, EL RELAMPAGO DEL VERSO como
lo conocen sus seguidores, es un hombre sencillo, un llanero auténtico, nacido
el en el municipio de HATO COROZAL, departamento del CASANARE, que logró
descifrar a muy temprana edad cuál sería su vocación, cantar música llanera.
Dejamos a consideración de ustedes este
ramillete de canciones hechas con el mismo cariño que siente un llanero por su terruño.
CON CARIÑO:
Lic: CAMPO ELIAS CARVAJAL
WWW.ARAUCALLANOYFOLCLOR.BLOGSPOT.COM
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